martes, 10 de julio de 2012

De Pedrouzo a Santiago de Compostela

A veces los días se tuercen (para bien o para mal) y se desvían del camino previamente trazado. Como ya sabéis, entre mi tobillo y la fibro (y que ya no tengo 20 años), aunque planifique hacer determinados kilómetros, quien manda al final del día es el propio cuerpo. Yo había previsto que me costaría un poco más y por eso, haría el camino en 10-11 etapas, pero al final he podido cumplir con todas ellas casi casi con la frente en alto. Bueno...no siempre, es verdad, pero lo he intentado. :)




Y por haberlo intentado es que he llegado a Santiago dos días antes de lo previsto.
Caminar día a día es agotador y con el correr de los días, el cansancio acumulado se nota en el cuerpo hasta que llega un momento que este dice "basta". Estadísticamente, los primeros 15 km. puedo caminar perfectamente, los siguientes 5 km. me cuestan mucho y los que vengan después son una tortura que más que caminar arrastro. Siguiendo esa lógica, había decidido no llegar hoy a Santiago y quedarme a pasar la noche en el Monte Do Gozo. Muchos peregrinos lo hacen, fundamentalmente por que la misa del peregrino es a las doce y a menos que hayas arrancado desde muy cerca o demasiado temprano, no llegas a tiempo. En mi caso particular, aparte de no llegar a tiempo, era una cuestión de dignidad. Quería llegar a Santiago entera y no arrastrándome. :)
Pero como decía al principio, a veces nos salimos de lo prefijado y en un arranque de valentía loca, decidi cambiar la etapa y pasar de largo a Santiago. Los primeros 10 km fueron una verdadera gozada.
Caminamos entre bosques de eucaliptos subiendo y bajando pequeñas cuestas y atravesando por breves momentos el río. Casi sin darnos cuenta, llegamos a Lavacolla y con este pueblo que da nombre al aeropuerto, llegaron también mis temidos dolores. Hoy, justamente hoy, que iba a tope de energía y con la sonrisa pintada en el rostro desde que me levanté de la cama.





Los siguientes 9 km fueron una tortura para mis pies rígidos como una vara seca a punto de quebrarse, así que aunque veníamos con tiempo para la misa del peregrino, hubimos de llegar más de dos horas tarde.
Pero da igual. Cuando entras a Santiago, vas caminando con paso rápido y mirando hacia arriba, esperando ver las agujas de la catedral que se resisten en todo momento a ser vistas. Pero allí están, de pronto las descubres y tu sonrisa se hace más grande, el corazón se acelera y los pies cansados parecen volar sobre las calles. Hay que seguir las señales, pero la catedral no aparece. Sigues y sigues y sigues y después de una eternidad, la plaza de Obradoiro se abre ante ti.




Y alli está: el final de tu camino. Y el comienzo...


2 comentarios:

  1. Querida Eli, por fin Santiago!
    Como bién dices, el final o quizás el principio porqué ahora todo empieza otra vez.
    Yo que te he seguido a ratitos desde la incredulidad, pero también con la esperanza de que podrias llegar en más o menos tiempo -aquí no habia otra competidora q tu misma- estoy satisfecho y orgulloso
    Y al mismo tiempo me siento un poco vacio.
    Esta historia que yo personalmente comencé contigo de casualidad un dia "viéndote" entrenar en las playas de mi querido Maresme y que he seguido fiel a tu relatos diarios, de pronto no voy a tener "Camino" con el que amenizar mis guardias, relatos con los que sufrir tus dolores y momentos de relajo cuando "juntos" hemos llegado al final de cada etapa marcada en medio de cansancio, sudor y lágrimas.
    Tan adentro me ha pillado que estoy ardo en deseos de revivirlo en vivo y en directo.
    Que más puedo decirte, que te admiro?
    No reflejaria exactamente lo que pienso porqué es mucho más que eso.
    Te agradezco todo lo que he aprendido contigo metido de incógnito en tu mochila.
    Me has enseñado tanto en tu solitario sufrimiento que no puedo expresártelo con palabras
    Ha sido un placer compartir estos dias contigo y un placer haberte "conocido" desde tu blog aunque no pierdo la esperanza de poderlo hacer en directo algún dia mirando ese maravilloso horizonte que se divisa desde tu bonito pueblo, El Masnou
    Un beso y feliz retorno a casa!
    Pep ;-)

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  2. No hay mucho más que añadir a lo dicho por Pep. Vuelvo a decirte que me siento muy feliz de que lo hayas conseguido.

    Y que espero que este final augure un muy feliz comienzo :))

    Un beso enorme

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