Llevamos seis días de camino y cuatro de lluvia. Ya hemos aprendido que el chubasquero no aguanta mucho y que la capa tiene que ir en el bolsillo de la mochila. Ah...y que la mochila tiene su propia funda...
Caminar con lluvia hace que mires menos el paisaje y mires mas a tu interior, pero tambièn hace que disfrutes el doble cuando un débil rayito de sol aparece por 3 minutos como para recordarte que mas alla de esos nubarrones, él todavia está allí.
Hoy hemos caminado por el monte hasta alcanzar el altiplano y luego otra vez por el monte hasta llegar a Toixibo y a Gonzar y desde alli descender hasta Castromayor y contemplar el primer gran eucalipto de la zona. Y subir de nuevo y volver a bajar y atravesar una aldea y otra y otra mas.
Mi pie estaba tocado desde antes de salir y a esta altura ya
estaba prácticamente hundido, asi que decidimos parar en Ligonde y hacer mas corta la etapa.Y en eso estábamos cuando descubrimos un pequeño oasis llamado la fuente del peregrino, donde unos voluntarios han montado el lugar mas bonito, cálido y acogedor de todo el camino.
Llegamos bajo la lluvia, ateridos de frio y con barro hasta las cejas y nos encontramos con una especie de cueva iluminada con velas, llena de jarrones de flores frescas y música clásica. Nos invitaron a pasar y nos dieron café y galletas. Mi pie se recuperó mientras estuvimos alli y decidimos seguir adelante y acabar la etapa, pero no fue el descanso lo que lo salvó del naufragio sino el cariño de esas flores y esas galletas que me dieron la fuerza para seguir.
Hemos recorrido 147 km duros, con lluvia, con dolor, pero también con charlas y risas compartidas, con experiencias, con historias, con vidas, conmundos cercanos y al mismo tiempo diferentes. Cada paso nos acerca más a Santiago y aunque los pies duelen y la mochila pesa, el alma cada día es mas ligera.
Ya solo quedan 64 km.
Caminar con lluvia hace que mires menos el paisaje y mires mas a tu interior, pero tambièn hace que disfrutes el doble cuando un débil rayito de sol aparece por 3 minutos como para recordarte que mas alla de esos nubarrones, él todavia está allí.
Hoy hemos caminado por el monte hasta alcanzar el altiplano y luego otra vez por el monte hasta llegar a Toixibo y a Gonzar y desde alli descender hasta Castromayor y contemplar el primer gran eucalipto de la zona. Y subir de nuevo y volver a bajar y atravesar una aldea y otra y otra mas.
estaba prácticamente hundido, asi que decidimos parar en Ligonde y hacer mas corta la etapa.Y en eso estábamos cuando descubrimos un pequeño oasis llamado la fuente del peregrino, donde unos voluntarios han montado el lugar mas bonito, cálido y acogedor de todo el camino.
Llegamos bajo la lluvia, ateridos de frio y con barro hasta las cejas y nos encontramos con una especie de cueva iluminada con velas, llena de jarrones de flores frescas y música clásica. Nos invitaron a pasar y nos dieron café y galletas. Mi pie se recuperó mientras estuvimos alli y decidimos seguir adelante y acabar la etapa, pero no fue el descanso lo que lo salvó del naufragio sino el cariño de esas flores y esas galletas que me dieron la fuerza para seguir.
Hemos recorrido 147 km duros, con lluvia, con dolor, pero también con charlas y risas compartidas, con experiencias, con historias, con vidas, conmundos cercanos y al mismo tiempo diferentes. Cada paso nos acerca más a Santiago y aunque los pies duelen y la mochila pesa, el alma cada día es mas ligera.
Ya solo quedan 64 km.
Bueno, Dios quiera que ya no llueva más, desde aquí solo puedopedir eso,desearía poder ayudarte más,solo puedo mandarte todo mi amor y !! FUERZA !!, queda muy poco !
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